viernes, 15 de febrero de 2013

Valoración Personal de María Salazar. Voluntaria al Campo de Trabajo Internacional San Gil/Placeat 2012

"No es fácil para mí dar una valoración personal del campo de trabajo, y más aún cuando vives una experiencia como esta, con tantos matices, tantas sensaciones, tantos sentimientos…
Es curioso ver como algunas experiencias te hacen creer que estas en un pequeño mundo paralelo, aislado del resto de la gente, del resto de las costumbres… Un mundo donde no existe casi internet, ni las preocupaciones de nuestra vida corriente, ni la rutina del día a día.
En este caso, este mundo se llama San Gil. Los habitantes son tan solo tres monitores, unos voluntarios y un grupo de usuarios. Estos conviven prácticamente las 24 horas del día, se divierten, juegan, trabajan, se conocen…
Se trata de un mundo con leyes distintas, donde el tiempo no pasa igual, tres días parecen un año pero para cuando te quieres dar cuenta, han pasado ya dos semanas.
La cultura y costumbres también son diferentes, no en vano son mezcla de culturas y costumbres  muy distintas que provienen de países lejanos o de todo tipo de vivencias. Además se crean las propias en San Gil. La costumbre de pasar una piedra cuando alguien contesta “sí” o “no”, la costumbre de matar dando un beso en el cuello… Incluso el idioma es diferente. En  este mundo no se habla un idioma, se hablan muchos, y se entiende lo que no se dice. Una canción, un gesto o una mirada puede decir más que una palabra.
En este mundo casi no se duerme. De hecho, cada día que pasa se duerme menos, pero esto no impide que no se aproveche el día al cien por cien. Por la mañana se trabaja mano a mano con los usuarios y por la tarde se hacen excursiones. Los vehículos son unas calurosas furgonetas que nos llevan a los sitios más bonitos y desconocidos de Extremadura: ríos, pozas, cascadas, montañas, parques naturales, pequeños pueblos, ciudades…
Las viviendas consisten en tiendas de campaña, las reuniones en mantas en círculo en el jardín, las frases como “pellejo” o “ay, qué guarrito eres” se oyen a todas horas, las muestras de afecto, besos, abrazos están a la orden del día y los sentimientos a flor de piel.
Me salgo por un momento de este mundo de San Gil, construido por recuerdos, para ponerme frente al ordenador. Para decir que nunca había participado en una iniciativa como ésta. Nunca había tenido relación con el mundo de la discapacidad y si bien al principio, tengo que confesar, que tenía un poco miedo de lo que me podía encontrar, las dudas se disiparon rápidamente. Descubrí a un grupo de personas con necesidades que me eran más familiares de lo que podía haber imaginado y que me arrancaron una y mil sonrisas todos los días. Además, me ha dado la oportunidad de conocer a mucha gente, que sin duda ahora puedo considerar amigos.
Creo que es realmente necesaria la labor que llevan a cabo Chuchi, Mika, Javi y Álvaro y las asociaciones como Placeat. No solo para los usuarios, si no para gente como nosotros, que hemos podido disfrutar tanto. Creo que esta experiencia me ha abierto los ojos, y me ha vuelto más sensible a esta realidad .Y me gustaría, más allá del recuerdo, poder regresar a ese mundo de San Gil."

Valoración Personal de Andrea. Voluntaria al Campo de Trabajo Internacional San Gil/Placeat 2012

"Este fue el tercer campo de trabajo del que formé parte. Una vez más, pude comprobar cómo me invadía esa mezcla de sentimientos única y tremendamente especial que te proporcionan, de principio a fin, esos 15 intensos días que son una auténtica evasión de la realidad cotidiana. En una carrera del mundo de lo social como es la que estoy cursando (trabajo social), donde predomina con mucho y por desgracia lo eminentemente teórico, una experiencia de este tipo me recuerda, año tras año, qué es lo que me gusta hacer, donde puedo ser yo misma y cuánto, cuantísimo me queda por aprender. Lo dije en la dinámica de la primera noche y lo volví a repetir en la emocionante del final, me voy con la sensación de haber recibido mucho más de lo que yo pude dar, una mezcla de gran satisfacción, de que todavía me queda mucho por ofrecer y de que, realmente, lo hice lo mejor que pude o que supe.
 
Que una persona con cualquier tipo de discapacidad puede dar todo de sí y vivir la vida, conocer el mundo y disfrutar de él, así como dar y recibir como cualquier otra, ya lo sabía, de manera innata, desde hace mucho tiempo. Es más, que la discapacidad no es más que un concepto, que puede ser interpretado de mil y una maneras diferentes, es un hecho, una aplastante realidad. Me explico con varios ejemplos, ¿acaso, en el transcurso de estos 15 días, no nos hemos sentido cualquiera de nosotros, como “discapacitados” en alguna situación? ¿No nos hemos sentido frustrados al no poder establecer una comunicación fluida entre los nacionales-internacionales? Mientras, solo por poner un ejemplo, Lorenzo era perfectamente capaz de comunicarse con cualquier internacional sin ningún tipo de traductor ¿No nos hemos sentido incapaces de comunicarnos con los usuarios en algún momento? Cuando, por otro lado, solo era cuestión de tararear una canción cerca de Carlos Alberto para que él te acompañara con su increíble chorro de voz ¿No silenciamos más de una vez nuestras emociones o sentimientos por no saber cómo exteriorizarlos? Y sentir una punzada de envidia sana al observar como Saluki, Javi, Luque, etc. ofrecían todo su cariño de una manera supernatural y espontánea.
 
 
Después de este tipo de reflexiones, ¿no podemos llegar, pues, a la conclusión de que las “discapacidades” y las “capacidades” varían y se transforman dependiendo del ojo que las mire? Creo, desde mi punto de vista personal, que el tener esto en mente es un buen punto de partida para reaprender a observar, interactuar y comprender a todas las personas de este mundo.
 
 
Releyendo lo escrito, es posible que me haya ido un poco por las ramas. Volvamos al campo de trabajo. Con sus altos (que fueron la mayoría) y sus bajos, esta ha sido una experiencia que yo calificaría, aunque suene algo a tópico, de increíble e inolvidable, en la que me sentí querida y arropada por todos y cada uno de mis compañeros, ya sean voluntarios, como usuarios y monitores y en la que conocí esta tierra tan extraordinaria como desconocida que es el norte de Extremadura de la mano de los mejores guías, a la que no he parado de publicitar desde que llegué a Galicia. En la que me perdí un poco a mi misma y me volví a encontrar, pero en una versión mejorada. No es que sea una experiencia recomendable, es que es necesaria. Por eso, gracias, mil gracias a todos, porque, aunque no lo sepáis, ya formáis parte de mi historia, de mi aprendizaje de esta bella lección que es la vida.

Valoración Personal de María Zabala. Voluntaria al Campo de Trabajo Internacional San Gil/Placeat 2012

"Estaba esperando el mejor momento para sentarme y reflexionar sobre la experiencia de mi primer campo de trabajo. Y ese momento es ahora, que ya han pasado 3 meses y no siento la experiencia ni tan cercana ni tan lejana. Siento que es ahora cuando soy capaz de analizar todo esto desde un prisma más objetivo y sin sentimientos a flor de piel.
Fue precioso, una suerte, y un privilegio ser aceptada en este campo de trabajo y poder formar parte de él junto a todos los usuarios, compañeros y monitores. Cada cuál aportando su grano de arena que hacía único todo lo que vivíamos, e hiciese que este campo de trabajo fuese mágico y casi perfecto.
No todo fueron momentos buenos porque este campo de trabajo fue un reto para todos los que formabamos parte de él, en el que teníamos que enfrentarnos a  trabajar por primera vez (o no) con la discapacidad; conocer a personas que venían de países diferentes y enfrentarnos ante la barrera del lenguaje y la comunicación; intentar mantener un buen ambiente y buenas relaciones con personas que no conocíamos; aceptar la falta de intimidad; y conformarse con las comidas que traía el catering, que podía gustarte o no.
No surgieron grandes conflictos entre nosotros, pero es verdad que este campo de trabajo no ha significado lo mismo para cada uno de nosotros.

Personalmente, disfruté muchísimo conociendo a cada usuario y conociendo su discapacidad, cada uno diferente y único, con algo que le caracterizaba. Los había excesivamente dulces; cariñosos; bromistas; entrañables; repetidos y graciosos; astutos e inteligentes; independientes; enamorados; serios…
Y sus cualidades hicieron que inevitablemente, cada uno de nosotros tuviese debilidad por unos u otros, y quizás, estabamos más con unos que con otros, y así estabamos todos sincronizados y nunca ningún usuario estaba solo, porque no todos simpatizamos de igual forma con ellos.
Aquellos con los yo tuve la suerte de empatizar mejor, me han dejado una huella indiscutible en el corazón, porque me marcaron mucho emocionalmente y me aportaron muchísimo.
Y me quedaré con eso de este campo de trabajo.
Me quedaré con todo lo que aprendí con ellos; de mi misma; de los demás; y no olvidaré nombres como Pablo, Facundo, Carlos Alberto, Lorenzo, Eva, Chuchi, Jorge, Luque, Goyito, Oliver…
E inevitablemente, un campo de trabajo siempre hará que tampoco te olvides de la demás personas que allí conociste, que empezaron siendo compañeros, pasaron a ser colegas, y al final, pudiste darte cuenta de que incluso te llevabas una amistad de alguien que consiguió llegar a tu corazón.
Se conoce a gente muy interesante que ha decidido al igual que tú, pasar parte de su verano en un campo de trabajo, con lo que te podrás sentir identificado con ellos y compartartir valores y cosas en común.
Pasamos muchos momentos divertidos en las tertulias nocturnas después de la hora de cenar, que muchas se prolongaban hasta altas horas de la madrugada.
Reímos hasta llorar; lloramos hasta acabar abrazados a alguien; jugamos a muchos juegos; hicimos travesuras; nos divertimos; y nos aburrimos pocas veces.
Los monitores nos enseñaron los lugares más bonitos de Extremadura, llevando a cabo excursiones preciosas y bien organizadas llenas de encanto, con nuestros amigos los usuarios.

No siempre podían venir todos, porque muchas excursiones tenían un grado de dificultad que no hacia posible que muchos de ellos viniesen, así que a la hora de las excursiones, siempre nos acompañaban los mismos usuarios.
Por la mañana todos venían a la finca, y llevabamos a cabo trabajos de limpieza y cuidado con ellos, como pintar, limpiar, quitar escombros, cortar el césped, regar…
Se sentían útiles y compartían muchas sonrisas con nosotros. Pudimos ver rostros de felicidad en sus caras, y eso era lo más bonito.
Y así es el mundo de la discapacidad, un mundo mágico lleno de sorpresas donde la monotonía no existe en nuestras relaciones, porque cada día te sorprenden con cosas nuevas y siempre tienes que estar atento a cada movimiento, ya que nunca sabes por dónde va a salir cada persona.

Es cierto que hay muchos tipos de diversidad funcional, y cada una es un mundo, ya que puedes encontrarte con personas que no pueden hablar, personas que no pueden caminar sin ayuda, personas que no pueden escuchar bien, personas que todo lo que te cuentan son invenciones de su vida dentro de su cabeza, personas agresivas, personas excesivamente cariñosas, personas que mentalmente son niños y un largo etcétera, pero todas estas personas, van a tener siempre algo en común: son personas que como tú y como yo, luchan cada día por autosuperarse y evolucionar, y dar más de sí. Nunca abandonarán su deseo y amor por vivir, por disfrutar, por reir y hacer reir a los demás, por ser felices.
Nunca se puede perder la paciencia con estas personas, porque debes ser consciente de sus limitaciones físicas y mentales, y aunque haya momentos dificiles, la frustración nunca será el mejor camino, y hay que tener una gran capacidad de empatía para llevarlo lo mejor posible.
Quiero agradecer que haya personas como Chuchi, Miki, Javier y Álvaro, implicadas con este sector, que fomentan el conocimiento y amor por personas con diversidad funcional, llevando a cabo estos tipos de proyectos, que ha hecho posible que jóvenes de diferentes puntos del mundo lo conozcan y levanten su interés por ello después de estar a SAN GIL.
Espero que siempre haya más y más personas como vosotros deseando luchar por la justicia, derechos, igualdad e integración del ser huamano.
¡Gracias y mis mejores deseos de que todos estéis bien por allí, y que estéis donde estéis, siempre nos unirán los recuerdos del verano de 2012, ¡verano, verano, verano…verano en San Gil, qué bonito es el verano!"

Valoración Personal de Lidia. Voluntaria del Campo de Trabajo Internacional San Gil/Placeat 2012

"Mi nombre es Lidia y me gustaría compartir mi experiencia personal como voluntaria en el campo de trabajo desarrollado este verano en San Gil. Espero animaros a participar en un voluntariado como el que ofrece Placeat, ¡es una experiencia que tenéis que vivir!:
 “Salí de casa un 6 de agosto a las 4:00 de la mañana para, en coche, atravesar el país y llegar a un pueblecito de Extremadura del que nunca antes había escuchado hablar, San Gil.

Después de 7 largas horas de viaje llegué, estaba algo impaciente por descubrir que retos me estaban esperando. Lo que recuerdo de ese primer día es que pasó muy rápido, todo eran caras nuevas y presentaciones, por supuesto al final del día no recordaba ningún nombre. Esa primera noche en el campamento me fui a dormir tan tranquila sin saber que pronto todas las personas que acababa de conocer (monitores , voluntarios y usuarios) marcarían una nueva etapa en mi vida…”
Podría seguir así, y contar día a día miles de historias que viví con cada uno de mis compañeros, y ¡no acabaría nunca! Son historias que me hicieron reír, emocionarme, disfrutar, aprender y soñar.
En mi caso este voluntariado ha tenido un verdadero efecto en mi vida, efecto que a día de hoy todavía estoy descubriendo.  Además, he conocido personas realmente increíbles que me han ofrecido su amistad, su alegría y su apoyo en todo momento. Pero, sobre todo, esta experiencia me ha abierto la puerta al mundo de la diversidad funcional. Era un mundo desconocido para mí y ahora solo quiero seguir en él.
Espero que podáis tener contacto alguna vez en vuestra vida con personas como los usuarios, son personas maravillosas. Me siento afortunada por el tiempo que compartí con ellos. Considero que, a pesar de mi esfuerzo, me han dado mucho más ellos de lo que les haya podido ofrecer yo.
Recuerdo su amabilidad y su alegría, sus ganas de trabajar y de compartir sus historias con nosotros… Me acuerdo de Manolito cuando se apartaba del grupo y ponía su pose de sargento tan divertida o cuando me contaba historias sin que pudiera interrumpirle de su novia Azucena; recuerdo también a mi Luke, sabía sacarme una sonrisa cuando más lo necesitaba, su cariño es algo que añoro mucho; también me marcó mucho Pablo y todos sus detalles que no esperas, ¡me emocionaba que se preocupara tanto por todos sus compañeros!. Echo de menos a Mimi con sus canciones y su carita de buena. Y Saluqui…¡que ojos más bonitos tiene! Recuerdo las veces que Tinito me enseñaba su pulsera orgulloso en señal de nuestra amistad; también echo de menos a Javi, y a Miguel Ángel, a Chencho, a Carlos Alberto, a Lorenzo, a Xuxi, a Rubén, a Eva, a Chanquete, a Goyo, a Joaquín, a Alberto, a Facundo…no me olvido de ninguno de ellos pues los echo mucho de menos. En 15 días se les coge un cariño increíble, es imposible no quererlos.
 
 
 
Solo me queda decir que, gracias a todos por los 15 días que compartimos:

A los voluntarios (especialmente a mi socia “María la murciana” con la que compartía risas noche y día. ¡No pude tener mejor compañera de tienda! Bueno a ella y al grillo…), a los monitores de los que tanto he aprendido (sobre todo a “mi Miki”, con la que simplemente conecté, ¡Es una grande!, con vaciles y zancadillas incluidos) y a los usuarios, porqué todos ellos me han enseñado a ver la vida desde otros ojos y a valorar , mucho más que antes, las cosas realmente importantes."

Valoración Personal de Natalia. Voluntaria del Campo de Trabajo Internacional San Gil/Placeat 2012

Hoy es mi primer día fuera del campo de trabajo y un millón de recuerdos me invaden, no puedo  dejar de pensar en todas las experiencias vividas, en toda la gente que he conocido y en los amigos que me llevo, pero comienzo por el principio:
Yo nunca había estado en un campo de trabajo, de hecho, ni siquiera sabía lo que quería decir esa palabra, pero el destino quiso que me apuntara a éste y la verdad es que no me arrepiento.

Toda esta historia comenzó hace ya unos meses cuando me dio por rellenar una solicitud que no sabía que me iba a cambiar la vida por completo, el caso es que en junio recibí una llamada inesperada en la que se me informaba de que había sido aceptada en el campo de trabajo de San Gil pero que tenía que responder en ese momento si quería o no asistir, y la verdad es que mi respuesta después de pensármelo unos segundos fue un sí rotundo.
Estuve casi dos meses desde que recibí la llamada que iba a cambiar mi vida hasta que comenzó mi experiencia sin apenas saber nada. Pero por fin llegó el día tan esperado 6 de agosto de 2012. Por la mañana muy nerviosa me acerqué con todos mis bartulos a Placeat el cual era el punto de encuentro para todos los voluntarios, cuando llegué ya habían llegado varios voluntarios, la verdad es que los recuerdos de ese día son un poco borrosos.
Realmente tengo que decir que escribir no se me da muy bien, no soy capaz de expresar todos los sentimientos que tengo ahora mismo dentro de mí pero sí puedo decir que hoy soy otra persona, que (como me preguntó una amiga el día después de terminar el campo), esta experiencia me ha cambiado la vida.
Sé que nunca voy a poder olvidar las caras de los usuarios el primer día que nos vieron llegar, ni tampoco cada mañana cuando subían a la finca con una sonrisa, siempre llenos de energía, sus abrazos, sus ganas de hacer cosas, su entusiasmo, su agradecimiento hacia nosotros por estar ahí (y el mío por poder compartir todo con ellos)… tengo que deciros amigos que lo que siento por vosotros es admiración, como ya os dije en su momento, porque me habéis ayudado día a día con vuestra superación, nunca olvidaré, el día que me hice un pequeño corte en el pie y rápidamente me sacasteis del agua, o el día que subimos a los pilones y chuchi mi querido compañero de caminatas estaba muy preocupado porque decía que iba muy cargada, o el día que Lorenzo me ayudó a subir a Trabuquete porque no era capaz de pisar sin caerme. Sois un claro ejemplo de superación y os agradezco el haberme permitido compartir con vosotros esta experiencia.
Hay muchas cosas que no voy a poder olvidar nunca; esas canciones inolvidables, esas frases pegadizas y que no puedes parar de repetir, esas lágrimas por no saber si estás dando todo de ti, y esas otras por saber que esta experiencia llegaba a su fin, las tertulias nocturnas todos juntos sentados en el césped, y esa noche tan especial que fue la lluvia de estrellas. No tengo nada más que buenos recuerdos de estos días y me resulta muy extraño estar aquí escribiendo ahora mismo estas líneas en lugar de estar trabajado en la finca con los usuarios.
A mis amigos los volunarios (Kenza, Ann, María Murcia, Henar, Lydia, Irene, Andrea, Sergio, Ismael, Alberto, María Sevilla, María Vasca, Andrea, Carlos, Takumi, Bay, Yaprak, Dogukan, Hsu, Ksenia) deciros que habéis sido muy importantes en este recorrido, y que de vedad me llevo grandes amigos con los cuales seguiré manteniendo el contacto.
Otra cosa que voy a echar muchísimo de menos son los viajes en furgoneta con los usuarios y con mi piloto Javi, el cual más que un monitor se ha convertido en un gran amigo. También las lecciones que nos daba Álvaro en todo momento para que no nos quedáramos nada sin conocer, así como los saltos espectaculares que hacía en cada excursión.
De Mika solo puedo decir cosas buenas, siempre tiene una sonrisa preparada e intenta que todo el mundo se sienta como en su casa, es una chica genial.
Jesús el jefe del campo al cual todo el mundo terminó llamando chuchi, quiero hacer saber que se desvive por los usuarios, que nunca he visto a nadie que intente hacer cosas tan grandes y significativas para y por estas personas.

Os doy las gracias a todos por estos maravillosos 15 días y espero que este campo de trabajo se siga realizando todos los años ya que es muy importante para los usuarios, y para las personas que participamos en él.

Muchas gracias por todo!!

Valoración Personal de Anne (Francia), Voluntaria del Campo Internacional San Gil/Placeat 2012

"Hace 2 semanas que he vuelto de San Gil. La verdad es que hay momentos durante el día donde todavía estoy allí. Mi corazón y mi mente se extravian en el pequeño pueblo Extremeño por una duración indeterminada. ¿ Qué ha pasado allí ?
 Es una historia que empeza en Francia, donde yo, no quería eligir este Campo de trabajo, porque primero nunca había trabajado con personas con discapacidades mentales, y luego, la verdad es que no me parecía divertido, « guay », « chulo », (como vosotros dicéis en España y me habéis enseñado a decir ! ) hacer un campo de trabajo con usuarios. Pues para ser franca no me llamaba la atención.


Pero la vida ya había visto las cosas de otro modo. QUE SI iré a pasar las primeras semanas de Agosto a este campo ! Y con una sonrisa, por favor !

Vale, ahora, voy a empezar realmente mi valoración de esos días.
Las primeras personas que he visto cuando he llegado a Plasencia han sido Jesús y Mika. Me recuerdo de las primeras cosas que me han dicho referente a los usuarios. Me han dicho que eran muy cariñosos, y que algunos de ellos eran muy autónomos.

Pensar que quizas con algunos podría comunicar (con gestos principalmente) y que ellos podrían entenderme me ha tranquilizado un poco. La verdad es que antes de llegar por España, estaba segura de que no podría tejer lazos fuertes con la gente española (tanto voluntarios como usuarios) ya que nunca había hablado español fuera de una clase de español... en Francia.
Eso es un detalle muy importante, porque este año era el primer año que el campo de San Gil era internacional. Este problema ha resultado no ser un problema al final ya que he podido comunicar con la mayoría de los voluntarios y monitores, y que con sorpresa gigantesca, ha sido posible hasta mantener una conversación con algunos de los usuarios.

Si, es posible compartir momentos privilegiados con los usuarios aunque no hablemos la misma lengua. Eso lo he visto con mis propios ojos. Con mi propio ejemplo al principio cuando no tenía confianza en mi misma en cuanto a mi español, cuando solamente era capaz abrazar a los usuarios o decirlos ¿Qué tal ? (o esto tipo de conversación limitada) y luego con Bay, Yaprak, Hsu, Takumi... Que fuerza han tenido durante todo el campo ! Particularmente es una cosa que me ha asombrado mucho, dando fuerza y ayudando a relativizar referente a mi propia situación, con la perseverancia que algunos de los internacionales han tenido, estas ganas de intentar nuevos medios para que los usuarios les entiendan, y seguir realizando que es muy difícil, wahou.. Por supuesto pienso por ejemplo en los videos de Hsu y Carlos Alberto cantando juntos, eso es precioso !
Quiero decir muchas gracias a cada uno de los usuarios. Me han dado tanto cariño, eso es incréible, todavía echo de menos los abrazos de la mañana antes de empezar el trabajo de campo ; los del mediodía antes de subir en las furgonetas para viajar por la magnífica Extremadura, y los más difícil y últimos del día cuando nos desperdimos hasta el día siguiente. Pero...me extravio !

También quiero decir que día a día me han ayudado sin realmente saberlo al mostrarme con rizas, miradas, pequeños gestos de la vida cotidiana (como por ejemplo al cogerme de la mano), que empezaba a tratarlos como debía y como les tranquilizaba. Que miedo tenía de no saber tratarlos como debía ! Eso es una pregunta que muchos de nosotros, los voluntarios, nos hemos preguntado : como debemos tratarlos ? « No son niños ! », « pero tienen discapacidades mentales », y etc... Pues, la verdad es que después unos días con ellos, las repuestas son evidentes, no hay una manera presisa de comportarnos con ellos, eso depende de cada usuario. A algunos les gusta los abrazos, el cariño, a otros que son muy atrevidos, y ahora pienso a Javier por supuesto, le gustan los desafíos y le encantaba que le alentamos a saltar al agua fría por ejemplo, o también le encantaba que le provocaba al hacerle cosquillas que no le gustaba ja ja, a otros que son más curiosos, les gustaba simplemente hablar con nosotros, y hay también otros quién son más artistos, como Carlos Alberto, (quien nos ha dado conciertos increíbles !) les gusta compartir una canción o un baile con nosotros.

No había una manera de tratarlos y al mismo tiempo millones de ellas. Personalmente mi miedo ha desaparecido cuando Manolo (que al principio consideraba como uno de los usuarios con quien era más dificíl acercarce) me ha dado un gigante abrazo, un gigante beso con una gigante sonrisa, después de que yo había dicho una tonteria (y estaba segura que no entendía lo que decía..!). Después este momento, « todo bien » !
También, lo que he aprendido con ellos, es primero lo que significa tener paciencia (al ver a los monitores y voluntarios), una calidad imprescindible cuando se trata de los usuarios. Eso ya lo sabía, pero vivirlo en realidad puede ser más complicado a aplicar. Un caso concreto, sucedio con Eva el día del Parque Monfrague, yo quería bajar el camino (como los demás ) pero este día Eva había decidido subirlo ! Ja ja ! Que mala ha sido este día la pelleja, y que difícil ha sido quedarme tranquila y paciente !

segundo, intentar aprender a conocer a la gente diferente de uno mismo, eso es una frase muy ordinaria que oímos a menudo, y que parece ser fácil. Pero no se trata solamente de « ser tolerante », por ejemplo, se trata de compartir momentos sencillos con ellos, y de mostrarlos que aquí estamos, que nos importan sus gustos, sus miedos, sus puntos de vista, y un ejemplo concreto puede ser adaptarse a la velocidad con la cual andan, etc...
Jamás pensaría que podría acercarme tanto a algunos de ellos, eso es otra cosa increíble que ahora no puedo explicar bien. Me ha encantado descubrir su personalidad de día en día. En cambio, la verdad es que era más dificil acercarse a algunos de ellos, (lo que por supuesto entiendo que es normal) ; eso era un reto y me ha gustado aceptarlo, y comprobar que después de algunos días, su desconfianza, sus temores habían desaparecido y sustitudo con confianza, ganas de hacer algo con nosotros (cualquier cosa les encantaba, era genial el entusiasmo que tenían!), me ha alegrado muchísimo. Eso es otro tipo de satisfacción personal muy importante que he ganado gracias a este campo.

La verdad es que me ha sorprendido descubrir lo que pueden darme día a día. Ahora, con la distancia que puedo tener, lo que espero es que los pueda haber dado un poco de lo que ellos me han dado, es decir, muchísimo, como ya lo habéis comprendido !
Relativo al campo, me ha encantaba vivir las 24 horas del día con los otros voluntarios y monitores, es lo que me ha permitido sentirse a gusto muy pronto, porque estar siempre juntos, nos ha dado la oportunidad conocernos muy rápido. Personalmente he compartido mi tienda con Kenza, la otra francesa del campo, y ha resultado muy facíl (incluso los primeros días ) compartir nuestro espacio y adaptarnos a esta nueva vida. Además, los responsables del campo habían puesto calchones para cada una en las tiendas, entonces, como podría quejarme ? (muchas gracias, es un detalle muy importante :) )

Estas tiendas han participado a acercarnos, descubrir sus vecinos, saber quién se levantaba temprano en la mañana para ducharse sola (por cierto en mi caso, jamás ha funcionado porque siempre algien se había levantado antes de yo ! Ja ja )

El espacio donde estaban las tiendas también ha participado a acercarnos, allí, algunos ponían su ipod en sus orejas e intentaban hacer una corta siesta y disfrutar del sol, otros estaban tumbados en la hierba hablando de todo y de nada, y a menudo para la moyoría de nosotros era uno de los lugares donde nos gustaba preguntar como se decía una palabra o una expresión en la lengua del otro. Para mí, eso era lo mejor del campo de trabajo internacional, compartir cosas, a veces utiles, pero no es importante ! Lo importante era interesarse por la cultura del otro, y eso a funcionado bastante bien, en mi opinion. Me ha gustado notar que el acento de unos españoles era diferente de otros y que cada comunidad de España tiene mucha particularidad, sus propias fiestas, a veces su propia comida, etc.. , me ha gustado aprender cosas sobre la historia de Turquia, gracías a Bay, y etc..

Referente a los juegos que hemos hecho durante el campo (la piedra y el vampiro) eran muy divertidos, y que idea poética de matar con un beso ! Me ha gustado mucho.
Una cosa muy muy muy importante de nustra rutina durante estas dos semanas eran... las furgonetas ! De verdad, nos pasamos el tiempo subiendo y bajando en estas maquinas ! Personalmente durante la mayoría del campo he subido el la de Mika, donde, POR CIERTO no había aire acondicionado ! Pero  tengo que decir que Mika había inventado un objeto GENIAL para sentirse más a gusto en la furgoneta (nos ha CASI permitido olvidar el calor jajaja), y también era útil para pinchar a unos y otros (tanto voluntarios como usuarios ) durante los viajes de « cuaranta y cinco minutos » ! Era un spray. Era un tiempo privilegiado para descansar o al contrario disfrutar de poder hacer nada y charlar.
Estas furgonetas nos han permitido visitar lugares increíbles de Extremadura. Monfrague, los Pilones, San Martin de Trevejo, y más, mucho más ! Todo el tiempo el monitor Álvaro nos ayudaba a mirar alrededor, e intentar explicarnos la fauna y flora, la historia de algunas ruinas, etc.. Y tengo que hablar de la noche de la lluvia de estrellas, por supuesto.. ! Gracias a él (y a la aplicación del Iphone de Javi ) he pasado una noche incréible al mirar este cielo que nunca había visto tan claro en toda mi vida. Bueno, es necesario agradecerle, por todo el tiempo que ha pasado explicando cosas e intentar interesarnos (pienso que ha funcionado muy bien!), muchas gracias Álvaro, por tu paciencia, tu ganas, y todo el resto.

Estas excursiones eran el tiempo más largo que pasamos con los usuarios, era genial cuando tenían gusto a bañarse con nosotros (y el reto de intentar que se bañen era divertido para ellos y nosotros ; se trataba de encontrar razones y argumentos para que finalmente decidan bañarse, temperatura del agua, si el agua era caldo, etc.. Parece facil, pero por ejemplo era muy difícil bañarse con Manolo, Carlos Alberto, Ricardo, Eva, o Nacho !
En resumen, el tiempo que estabamos fuera era genial, las marchas (aunque a veces el sol era una lata!), los paisajes, los saltos que nos daban mucho miedo, las visitas en los pueblos y ruinas, los miradores naturales y artificiales, y etc...

Al leer esta valoración, vaís a pensar que todo era bueno, que nunca había problemas.. La verdad es que los puntos negativos se olvidan facilmente con tantos buenos recuerdos. La única cosa negativa que puedo añadir concierrne la integración de los voluntarios internacionales en el campo. En mi opinión, habría sido mejor que Jesús hablara Inglés para comunicarse con los que no podían hablar español, dado el caso que era el director, entonces la persona que tenía que hablar con todo el mundo. ¿ Que más ? Nada, personalmente me he sentido integrada casi todo el tiempo, me frustraba de vez en cuando cuando no podía entender todo, (« frustrada » es la palabra que más he utilizado, (con « joder » y « mi también » por supuesto ja ja )
Para terminar, quiero agradecer a Jesus nuestro jefe, el Chuchi, por haber organizado este campo de trabajo, Jesus, te admiro mucho por lo que haces durante todo el año con los usuarios, eso es increíble ! Tienes una fuerza y un ánimo que admiro y envio mucho.

También a Jose Mari, el hombre de la sombra, que no hemos visto mucho en las tardes pero que ha echo mucho por nosotros y para que todo se pase bien en el campo. También a los otros monitores, Javier, Mika y Álvaro, por haber participado en este campo y por los momentos que hemos compartido. Ahora a Mika y Javier particulamente, los monitores bilingues, quienes me han ayudado cuando no podía comprender lo que se decía, muchas gracias por vuestra ayuda !

A los usuarios, que ya he agradecido, son increibles personas que he tenido suerte encontrar. Seguro que son los que me han dado la ganas de intentar ser una mejor persona . Y por fin, a los otros voluntarios, con la mayoría de quienes he compartido momentos que jamas podré olvidar. Soy muy feliz de que una experiencia tan rica sea a partir de ahora parte de mi vida.

Este campo me ha dado la ganas de hacer otros campos, otros encuentros con voluntarios y más importante, me ha dado el deseo de seguir trabajando con personas con discapacidades, o quizas niños; el « social », los intercambios humanos me gustan mucho, y este campo me ha dado la convición que en el futuro proximo, seguiré intentando participar en este tipo de actividad social muy bonita humanamente".

Anne Tristani