" Aunque el cansancio del día anterior aún se notaba, este sábado
algunos voluntarios decidimos levantarnos con energía y acompañar a los
usuarios a una de las actividades más refrescantes del día: ¡los toboganes
hinchables de agua! Entre risas, chapuzones y algún que otro resbalón
divertido, todos disfrutamos como niños, dejando atrás el sueño y el calor.
Después
de tanta emoción acuática, repusimos fuerzas con unos aperitivos en el pabellón
de San Gil. Allí, el ambiente festivo se intensificó con la llegada de la
charanga, que puso ritmo a la tarde con su música animada. Poco a poco, todos
nos fuimos sumando al baile, dejando que el espíritu de las fiestas nos llevara
casi hasta la hora de la cena.
Con la
barriga llena y las pilas recargadas, llegó el momento de arreglarnos para la
gran noche. Porque si algo caracteriza las fiestas de San Gil, además de la
alegría, es el baile. Y esta noche no fue la excepción: fue una velada intensa
de pasos, risas y momentos compartidos que seguro quedarán en la memoria de
todos.
TAMARA
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