" A pesar del cansancio
acumulado durante todo el campamento, hoy nos hemos levantado con más energía
que nunca, ya que queríamos aprovechar al máximo este último día. Por la mañana
algunos voluntarios han visitado a los usuarios en la residencia, mientras que
otros han hecho actividades en la finca. Muy a nuestro pesar, hemos tenido que
realizar una última limpieza de la finca y hacer nuestras maletas. Las llevamos
cargadas de ropa sucia, pero sobre todo de muchos recuerdos y emociones.

Por la tarde nos hemos
tronchado de risa, realizando distintas dinámicas con los usuarios en la finca.
Por la noche nos sentamos todos en círculo para comentar lo que este campo ha
supuesto para cada uno de nosotros en nuestras vidas. La mayoría coincide en
que ha sido una experiencia muy positiva, repleta de ilusión, aprendizaje,
crecimiento personal y sobre todo de AMOR. Se han superado con creces las
expectativas. A los usuarios les hemos
cogido mucho cariño, y por lo que ellos comentaron o expresaron con sus ojos y
abrazos, ellos a nosotros también. Esta última actividad la llevamos a cabo
como una familia, y por eso hemos podido expresar sentimientos muy profundos e
incluso compartir experiencias dolorosas, abriendo nuestro corazón de par en
par.
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Esta despedida ha sido un
poco agridulce, llena de lágrimas y abrazos. Después de 15 días compartiendo
las 24 horas del día nos cuesta mucho decir adiós. Pero por lo menos nos vamos
felices de todo los que hemos vivido, de la familia que hemos creado y de saber
que San Gil es nuestra nueva casa, donde podemos volver cuando queramos ".