El final de semana siempre es duro, y más sabiendo que queda muy poquito para finalizar el campo de trabajo. El desayuno nos da aliento para comenzar las tareas que hoy han sido mucho más relajadas a lo que estamos acostumbrados. Hemos limpiado las furgonetas, recogido la basura, colocar bancos y además vamos preparando el mural del recuerdo para ponerlo en la pared del comedor. Una mañana en la que los usuarios han podido disfrutar más si cabe del voluntario en un ambiente relajado que invita a tenerlos motivados, activos y entretenidos.
En la comida hablamos de las cosas que nos quedan pendientes, así como una pequeña reflexión de lo acontecido durante los días del campo de trabajo. En las caras de todos se nota el cansancio y la pena por los pocos días que quedan para finalizar.
Por la tarde nos fuimos a conocer una nueva comarca del Norte de Extremadura, Sierra de Gata, en concreto Robledillo de Gata. Un pueblo precioso, con casas típicamente extremeñas, con balcones en madera, con el museo del aceite y además pudimos disfrutar de un baño en la piscina natural que allí se encuentra. Por cierto el agua más fría de todas en las que nos hemos bañado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario