domingo, 1 de septiembre de 2013

Valoración Personal de Rubén Viera, Voluntario del Campo de Trabajo San Gil/Placeat 2013

Después de más de una semana desde que finalizó el campo de trabajo, me invaden pensamientos de nostalgia y tristeza. Nostalgia, por las excursiones en los bosques de hayas y abetos que nos permitían disfrutar de la gran biodiversidad tanto en flora como fauna, los baños en las diferentes pozas de agua cristalina, las visitas a los diferentes pueblos del norte de Extremadura donde se nos mostraba las costumbres, historia, gastronomía y otros aspectos culturales de dichos lugares y también la preciosa ciudad de Cáceres que destaca, por una buena calidad arquitectónica tanto en iglesias como en diferentes monumentos, como plazas y parques, que te permiten disfrutar de una ciudad donde el paso de los años ha hecho que el visitante disfrute de dicha maravilla, también destaca la ciudad de Plasencia donde tiene importancia la visita guiada por el alcalde al ayuntamiento de la ciudad. Además del sentimiento de nostalgia me invade uno más fuerte e importante que es el de tristeza, por no estar ahora con la gente de allí .

Tristeza, por la ausencia de mis compañeros (en mi vida cotidiana) que posteriormente se convirtieron en amigos y con los que espero mantener una posterior relación con el paso de los años, ya que son gente que te permite crecer como persona y además fueron participes de muchos momentos divertidos y tiernos. Por ejemplo, las noches de convivencia donde lo pasábamos muy bien, con diferentes juegos propuestos tanto por los monitores como por los voluntarios que nos unían en unos instantes que nunca se borrarán de mi memoria.

También, otros momentos son las infinitas conversaciones que teníamos donde abundaban las risas y el pensamiento de que llegará un momento en el que se acabe este paraíso y despertemos en nuestra vida fuera de San Gil y nos dábamos cuenta que teníamos que aprovechar hasta el último segundo para que luego fuera eterno. Otras personas que también ocupan una parte importante de mi corazón son los usuarios personas de las que todos hemos aprendido, ya que hemos estado juntos prácticamente todo el día tanto en las excursiones como en nuestra residencia trabajando en la limpieza y cuidado de esta. Los usuarios nos han enseñado a ver el mundo de otra forma porque para ellos una conversación, una mirada, una sonrisa, un abrazo , puede ser suficiente para alegrarles el día y tú disfrutas ya que es como si te vieras a ti mismo en tu propia esencia y te olvidas de tus problemas. Además los usuarios nos han mostrado que lo más importante es el cariño entre dos personas ya que ellos lo muestran en cada palabra y en cada abrazo.

Otras personas importantes, son los monitores y las dos voluntarias europeas ya que han permitido el desarrollo tanto a nivel de manutención como en las actividades donde no han ocurrido ningún imprevisto importante. Además nos han enseñado como mejorar en el trato con los usuarios siendo uno de los principales objetivos del campo de trabajo.

Por otra parte, en relación a las críticas prácticamente no hay ninguna ya que el campo de trabajo está muy bien planificado para la gente interesada en el trato con personas con discapacidad mental (los usuarios) y sólo como sugerencia para los posteriores años pondría haber algún día donde sólo se hagan actividades manuales con los usuarios en nuestro campamento o hacer las actividades que hacemos en la convivencia con ellos siempre que se pueda.
Para concluir, decir que yo me quedo del campo de trabajo con las personas que he conocido y que gracias a su amor y los momentos felices que hemos compartido siempre me acompañaran en la vida y en mi corazón. Muchas gracias.

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