miércoles, 1 de septiembre de 2010

Valoración personal de Cristina Menéndez, Voluntaria del Campo de Trabajo San Gil, Agosto 2010:

"Valoración personal de mi paso por el campo de trabajo San Gil, Agosto 2010:

Hola, soy Cristina Menéndez Menéndez, voluntaria, y os voy a contar un poco la idea global con la que me he quedado tras mi paso por el campo:

A poco que indaguéis un poco, veréis que el campo en sí abarca varios sectores: integración, senderismo-actividades de deporte y turismo rural, actividades de agricultura, etc. A priori, puede desconcertar un poco tanta diversidad, pero al segundo día ya te das cuenta de lo bien que está todo organizado y lo bien que se compaginan unas actividades con otras. Por ejemplo, en las tareas agrícolas como cortar césped, cultivar plantas, etc., colaboras codo con codo con personas con discapacidad intelectual que, os aseguro, estarán encantados de compartir esos días con vosotros, de explicaros algo que no sepáis hacer o, nada más y nada menos, de poder cantar una canción y, porqué no, echar un baile con vosotros. Además, estas tareas son supervisadas por monitores que trabajan todo el año con ellos, con lo que el clima es de lo más distendido y no hay cabida para miedos ni incertidumbres a cerca de cómo hacer las cosas, cómo dirigirse a ellos, etc.
Por otro lado, están las numerosas excursiones en las que vais a participar, en las que, además de seguir fomentando la integración, se pueden realizar diversas actividades de senderismo y visitar bonitos enclaves de la provincia de Cáceres. Aunque las imágenes que vais a poder observar os quedarán grabadas en la retina, os aseguro que lo que más os va a impresionar es la total y absoluta confianza que vuestros nuevos amigos van a depositar en vosotros a la hora de cruzar un terreno algo más “agreste” ( jaja, no temáis que las rutas son asequibles eh!), a la hora de seguir un camino u otro, etc. También es de valorar el trabajo realizado por el equipo de monitores, ya que en todas las excursiones se nota que ha habido una reflexión acerca de las mejores rutas a realizar, ya no sólo por grado de dificultad, sino por la elección de un entorno del que se pudiera disfrutar, controlando los tiempos para realizarlas, procurando siempre que haya un momento para un buen baño (que agradeceréis, sin duda) y para poder tomarse algo.

También me gustaría añadir que veo adecuada una continuidad con este tipo de actividades a lo largo de todo el año, ya que creo que su integración se vería enormemente favorecida.

Y no sé muy bien qué más decir, la verdad, que es una experiencia que vale la pena. Que para personas como yo, que no habíamos tenido otra oportunidad anterior de poder convivir con personas con discapacidad, es una vivencia de la que aprendes multitud de cosas. Vivencia que no olvidas. Las personas con discapacidad pueden estar en infinidad de sitios: en tu casa, o en la de al lado, o quizás en una de la calle de enfrente, lo que es seguro es que todas ellas están dispuestas a hacer muchas cosas, desde trabajar el cuero, a dar un paseo o a charlar un rato. Pero también están dispuestas a hacer otras mucho más importantes: a recibir cariño, también a darlo. Sólo hace falta una cosa, que te acerques.
En mi caso, era la primera vez que acudía a un campo de trabajo y, de hecho, he de decir honestamente que lo elegí un poco al azar. Ahora, puedo afirmar que no podría haber tenido más suerte. Gracias a todos, ¡¡un abrazo!!"

No hay comentarios:

Publicar un comentario