Una de las cosas que tampoco
esperaba era el cariño y amor que transmitían todos los usuarios, pero no solo
con las palabras, sino con gestos, miradas, abrazos… Ese cariño transmitido fue
rápidamente contagiado al grupo, lo que nos unió aún más desde el principio,
hasta convertirnos más que en unos simples amigos, en una gran familia en esos
quince días y para toda la vida.
Toda esta magnífica experiencia
me sirvió para descubrir un mundo encantador y maravilloso el cual yo no conocía
y que me ha enamorado, que ha conseguido captar mi total interés y toda mi
atención y que me ha servido para darme cuenta de lo absurdos que somos muchas
veces las personas al enfadarnos por pequeños detalles sin importancia y no
fijarnos en los problemas de verdad, problemas que pueden condicionarte la vida
totalmente y que pueden condicionar a la gente que nos rodea. Por ello, al ver
a los usuarios siempre con una buena cara, con un buen gesto, preocupándose por
ti y sin ninguna queja ni malestar, teniendo problemas de mucha mayor
importancia que tú y que yo, se me cayó la cara de vergüenza, y para mí desde
el primer momento, se convirtieron en héroes con todas las letras.
Esta experiencia ha sido uno de
los mejores aciertos de mi vida, es una de las cosas que sabes que siempre le
tendrás un cariño especial y que sabes que repetirás a lo largo de los años. Es
algo indescriptible e inolvidable. De aquí me llevo algo más que una
experiencia, me llevo unos amigos para toda la vida, una increíble familia y
una vivencia irrepetible.
Espero que en un futuro muy
cercano nos podamos reunir todos de nuevo y poder recordar esa magnífica
historia de quince días que se dio en SAN GIL.
Un fuerte abrazo de vuestro
Landa.
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