Voluntarios que más que amigos
son confidentes, aventureros, generosos, compañeros y sensacionales. Todos
llegamos con realidades, edades, comunidades y vivencias distinta, pero en San Gil todos nos encontramos para
vivir una realidad que esperemos sigamos compartiéndolo y recordándolo durante
mucho tiempo. Alberto, Alexandria, Andrea, Brian, Cristina, Esteban, Iraya,
Itsaso, Landa, Laura, Patri, Virginia y Yolanda daros las gracias por
aguantarme, la enseñarme, por ser como sois y deciros por favor, que nunca nada
ni nadie os cambie, habéis sido los mejores amig@s que podría haber tenido,
eskerrik asko.
Monitores, que han sido como amigos, los que
han estado al pie del cañón, despertándonos, ayudándonos, compartiendo y
hablando sobre cualquier problema o duda que tuviésemos. A vosotros también
daros las gracias por hacer un campo de trabajo tan tan maravilloso.
Nadie podría haber imaginado las
emociones y sentimientos que han florecido y que se han construido día tras. El
primer día llegamos nerviosos sin saber muy bien a dónde nos dirigíamos pero a
medida que los días transcurrían hemos ido abrazándonos, riendo, hablando,
cantando… hasta el último día en el que las emociones se han desbordado. Me
gustaría citar que la última noche hicimos una dinámica haciendo una evaluación
del campo y decir que a mi parecer más que un campo ha sido una convivencia
entre personas totalmente iguales y que a mi parecer todo el mundo debería de
vivir la experiencia que hemos vivido tod@s nosotr@s.
Por último dejar el estribillo de
una canción que inventaron cuatro amig@s, que dice lo siguiente:
“Ay en el campo de trabajo
Ay qué calor qué calor
Cuánto abrazo cuánto abrazo
Hay en el campo de trabajo”
Y como concluye la canción, un enorme abrazo a todos y a cada uno de
vosotros, no cambiéis porque sois geniales! J
No hay comentarios:
Publicar un comentario