Como todos los días, lo primero
que hacemos al levantarnos es desayunar
o al menos intentarlo, si es que conseguimos que no se nos peguen las sábanas.
Tras terminar de desayunar es hora de que nuestros chicos suban a la finca, un
par de monitores, bajan al igual que todos los días a recogerlos. Sin embargo,
hoy en lugar de dedicarnos a realizar nuestros quehaceres habituales, la
administración pública en su máximo
esplendor representada tanto por funcionarios como por el gobierno placentino
acuden a nuestro campo a conocer de primera mano el trabajo que realizan
nuestros usuarios y usuarias. Además disfrutamos de la presencia de un par de
miembros de la directiva de “Placeat” , que dedicaron unas emotivas palabras
tanto a voluntarios como usuarios.
Finalmente por fin llegó el turno
de los protagonistas, nuestros usuarios que nos presentaron el trabajo que con
tanta ilusión y esfuerzo habían realizado codo a codo con los voluntarios: un
magnífico rosco de Pasapalabra cuyas iniciales no eran ni más ni menos que las iniciales de “Placeat”
(asociación que se encarga de la administración de la residencia y de
proporcionar medios y talleres a nuestros queridos usuarios).
Tomás y Ana consiguieron
arrancarnos alguna lagrimilla con la poesía dedicada al campo de voluntariado,
estamos en la recta final y las emociones están a flor de piel.
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