lunes, 5 de agosto de 2019

Día 5. Campo de Voluntariado San Gil/Placeat. Financiado por el Instituto de Juventud de Extremadura. 2019. 2-08-2019

Y otro día más, otro día en el que los usuarios te dan los buenos días con esa alegría innata. No hemos llegado ni a la mitad del campo y ya empiezas a pensar en cómo te sentirás cuando esto se acabe. Esto… esto es muy bonito.
Tocó “currar” por la mañana. Brochas en mano y botes de pintura para cubrir las heridas de las paredes. Pero sin querer, habíamos terminado bañándonos en pintura en un conflicto no bélico (somos muy tiernos y tiernas por aquí), pero con muchas ganas.
 Y otro día más, otro día en el que los usuarios te dan los buenos días con esa alegría innata. No hemos llegado ni a la mitad del campo y ya empiezas a pensar en cómo te sentirás cuando esto se acabe. Esto… esto es muy bonito.
Tocó “currar” por la mañana. Brochas en mano y botes de pintura para cubrir las heridas de las paredes. Pero sin querer, habíamos terminado bañándonos en pintura en un conflicto no bélico (somos muy tiernos y tiernas por aquí), pero con muchas ganas.
 Después de almorzar en la residencia, pusimos rumbo a Abadía, una piscina natural llena de pececitos comedores de pieles, aunque algunos y algunas (más voluntarios que usuarios) pensaran que se trataba de pirañas y prefirieran no probar el agua.
 Una vez sequitos y merendadas, nos montamos en las furgos de efecto invernadero. Granadilla era la meta. Flipamos cuando nos contaron que Franco había ordenado la construcción de aquel pantano. La historia es muy triste porque, ese pueblo tan pintoresco, acabó bajo el agua y provocó un total éxodo a sus habitantes de entonces. Además, también nos subimos a la muralla bien agarraditos y agarraditas de la mano con los usuarios: las vistas eran impresionantes, pero vertiginosas. Luego, visitamos la que fue una Iglesia en su día y ahora Jesucristo aparecía representado por un palito muy majo. Por último, escalamos hasta lo alto del castillo y así despedirnos del pueblo que, esperemos, sea habitable en algún momento.

De vuelta a San Gil, recargamos estómagos y nos fuimos a la plaza con los bailongos y bailongas de Placeat.

No hay comentarios:

Publicar un comentario