Y otro día más, otro día en el que los usuarios te dan los
buenos días con esa alegría innata. No hemos llegado ni a la mitad del campo y
ya empiezas a pensar en cómo te sentirás cuando esto se acabe. Esto… esto es
muy bonito.
Tocó “currar” por la mañana. Brochas en mano y botes de
pintura para cubrir las heridas de las paredes. Pero sin querer, habíamos
terminado bañándonos en pintura en un conflicto no bélico (somos muy tiernos y
tiernas por aquí), pero con muchas ganas.
Y otro día más, otro día en el que los usuarios te dan los
buenos días con esa alegría innata. No hemos llegado ni a la mitad del campo y
ya empiezas a pensar en cómo te sentirás cuando esto se acabe. Esto… esto es
muy bonito.
Tocó “currar” por la mañana. Brochas en mano y botes de
pintura para cubrir las heridas de las paredes. Pero sin querer, habíamos
terminado bañándonos en pintura en un conflicto no bélico (somos muy tiernos y
tiernas por aquí), pero con muchas ganas.
Después de almorzar en la residencia, pusimos rumbo a Abadía,
una piscina natural llena de pececitos comedores de pieles, aunque algunos y
algunas (más voluntarios que usuarios) pensaran que se trataba de pirañas y
prefirieran no probar el agua.
De vuelta a San Gil, recargamos estómagos y nos fuimos a la
plaza con los bailongos y bailongas de Placeat.
No hay comentarios:
Publicar un comentario