Comenzamos el mes de agosto con mucho potasio en el
body. Tercer día con los usuarios de
Placeat y parece que ya llevamos semanas con ellos y ellas . Son las diez de
la mañana y las furgonetas van apareciendo desde la lejanía con ell@s dentro. Nada más aparcar
l@s recibimos con los abrazos abiertos y ell@s con la misma ilusión nos abrazan. Eso sí, con una sonrisa de oreja a oreja.
El día comienza,
organizad@s en grupos mezclados de usuarios y voluntari@s repartiéndonos las mismas actividades del otro día. Unos limpian el
invernadero y recogen las hojas del suelo. Otras limpian a
cocina y las instalaciones donde dormimos l@s voluntari@s y monitor@s. Como todos los días, a las once y cuarto es cuando descansamos, hoy mismo los usuarios se han comido un buen sándwich de chorizo que les ha dejado la boca agua.
También se
realizan otras actividades como la de bajar a la residencia de San Gil a estar
con otr@s usuarios. Los inseparables
Mimi y Juanjo, los bailes y cantes de Rosa, las charlas inacabables de Tomás,
las risas de Eva nunca fallan.
Como premio al más
trabajador se lo damos a Victorino que es la única persona de este mundillo que le gusta trabajar más de
las horas establecidas y encima realiza su faena con muchas ganas y pasión ,
hombre de campo…. Tras una mañana
muy calurosa, comemos todos y todas juntos en la residencia. De dos y media a
cuatro tenemos un descansillo, donde la mayoría se van al sobre (cama).
La actividad de
hoy ha sido ir a la piscina natural de Cabezuela y visita al Ayuntamiento de
Plasencia. El trayecto ha
durado unos 45 minutos y hemos ido 3 furgonetas, cada una con sus respectivos
usuari@s y voluntari@s cantando muchas canciones, durmiendo, asándonos de
calor, los chistes y bromas de Lorenzo,… llegamos a Cabezuela, donde nos
esperaba una piscina natural enorme para disfrutarla junto a los usuari@s, en
especial los chapuzones de Javi. Sin embargo, algunos usuari@s se han echado
para atrás por lo fría que estaba el agua.
Con la mala suerte, una de las furgos, de camino a Plasencia, petó (es decir, dejó de funcionar) y tuvo que esperar con el grupo que llevaba dentro al mecánico (y como no, de la mejor manera, con unas cervezas y unas patatas fritas). Mientras tanto, las otras tres “furgos” siguieron su camino hacia el Ayuntamiento de Plasencia con el alcalde Fernando Pizarro, el cual nos ha dado una explicación sobre la historia de la ciudad, además de poder subir al balcón del Ayuntamiento (el cual es un privilegio porque solamente suben los Reyes Magos) y una entrega de pines del emblema de la ciudad.Tras conseguir que más o menos funcionara la cuarta “furgo”, todas volvimos a San Gil, para cenar picnic y formar equipos para una gymkhana que iba a tener lugar en la plaza por las fiestas del pueblo (y que íbamos a tener la suerte de disfrutar los próximos días).Así, nos dividimos en 3 grupos que compitieron con muchas ganas de pasarlo bien. Una de las pruebas más divertidas fue la de la carrera de vasos de agua en la que teníamos que llevar el vaso con la boca a gatas pasando por debajo de las piernas de los compañeros. Al final acabamos todos mojados de arriba abajo y a pesar de no haber ganado (adiós top 3), nos quedamos con un buen sabor de boca.
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