Día 10. Miercoles, 14 de Agosto de 2013 Campo de Trabajo San Gil/Placeat

Poquito a poco nuestra aventura en San Gil comienza a acercarse a su fin. Pero aún es pronto para adelantar acontecimientos así que voy a contaros qué es lo que hemos hecho en el décimo día de campo con nuestros amigos los usuarios. Como viene siendo habitual, nos hemos levantado con sueño, con esfuerzo y con mucha fuerza de voluntad ya que a medida que han ido pasando los días todos hemos ido acusando el cansancio y el calor, sin embargo la energía que desprenden nuestros amigos los usuarios es contagiosa y rápidamente recargamos nuestras pilas, olvidamos el cansancio y el sueño y les recibimos con la mejor de las sonrisas y el más grande de los abrazos.

Este día ha sido un poquito diferente para todos nosotros ya que debíamos recibir a las autoridades, por lo que nuestro trabajo consistió en adecentar la finca, recoger, limpiar y ordenar todo para que se llevasen una buena imagen de nosotros y de nuestro trabajo aquí en San Gil. Es realmente asombroso lo que uno puede llegar a observar si se toma un pequeño momento para sí mismo y mira hacia su alrededor, yo ayer lo hice y ¿sabéis lo que vi? Una familia. Gente jugando, gente trabajando, gente riéndose y cariño, sobre todo mucho cariño. A media mañana vinieron los funcionarios de la Junta de Extremadura para que realizásemos la evaluación del campo y posteriormente hicimos un picnic junto con el resto de usuarios, los dirigentes de Placeat y el alcalde de Plasencia, Fernando Pizarro, en el que todos agradecimos la labor de aquellos que han hecho posible que el campo haya podido volver a realizarse. Formalidades aparte, he de deciros que como te despistases un segundo te quedabas sin Coca cola o sin Fanta, tenías que salir corriendo detrás de Manolo para quitarle la cerveza o te ponías a cantar en corro con Carlos Alberto mientras te esforzabas por sonar coherente con la boca llena de ganchitos. Lo que os decía, una familia.

Tras tanto ajetreo matutino pudimos disfrutar de una tarde de relax con su merecida siesta. Tiramos la manta y el colchón al “prao” (césped le dicen por aquí, mariconadas) y allí nos quedamos todos fritos hasta las 6 de la tarde que nos despertaron con el habitual “40 principales a tope” made in la furgoneta de Chuchi. Rápidamente pusimos rumbo a Plasencia con los usuarios para reencontrarnos con Fernando, el alcalde, en el ayuntamiento. No sabéis lo guapos que se pusieron todos nuestros chicos, llovía la colonia y brillaban las camisas de rayas. Fernando muy amablemente nos enseñó el ayuntamiento y nos explicó un poquito de la historia de la ciudad, salimos al balcón a hacernos la foto de rigor y le dimos nuevamente las gracias por su tiempo. Tras la visita al ayuntamiento fuimos al parador y a la catedral y finalmente cenamos en “La isla” por primera vez con nuestros amigos los usuarios. Mientras cenábamos algunos optamos por revivir nuestros años mozos y, móvil en mano tirando de youtube nos pusimos a cantar reggaetón como si no hubiese mañana, lo que hizo que algunos usuarios se animasen a cantar y bailar con nosotros.

Por último volvimos a la finca y una vez aquí algunos optaron por ir a ver las estrellas, otros por estar de charleta y otros nos pusimos a jugar hasta altas horas de la madrugada y de nuevo un día más a restar del calendario veranil en San Gil.