jueves, 15 de agosto de 2013

Día 7. Domingo 11 de Agosto 2013. Campo de Trabajo San Gil/Placeat


Una mañana más en nuestro querido campo de San Gil. Hoy hemos tenido el gran privilegio de dormir un poco más, ya que tocaba descansar un poco después de una buena noche. El día ha comenzado con un desayuno todos con ojeras y caras de zombis pero con ganas de ver lo que nos tenían preparado. La prueba de hoy ha sido la más difícil de todo lo que llevamos ;a mano de nuestro querido Jon, uno de los mejores valencianos que conozco, al pobre le ha tocado estar vestido de sevillana todo el día con un traje hecho por nuestras modistas Lucia y Tania. Después nos hemos dispuesto a recoger a nuestros maravillosos usuarios en la residencia, con sus grandes sonrisas que te mantienen alegre todo el día y hemos comenzado el viaje hacia Los Hoyos. El viaje en furgoneta para mí ha sido increíble al lado de Eva mi pelleja preferida, sus carcajadas y canciones de misa me han alegrado el largo viaje hasta el pueblo. En Hoyos hemos visto el pueblo con su plaza y preparado para las fiestas que se le avecinan y nos hemos tomado unas cañitas, porque el sol ya picaba. A continuación nos hemos ido a una piscina cerca de allí a darnos un bañito y descansar, y por supuesto estar con los usuarios, intentando convencer a Manolo para que se bañase o a Tinito para tirarle al agua pero sin mucho éxito. Allí nos hemos quedado a comer usuarios y voluntarios, algunos de los voluntarios un poco dormidos.

Por la tarde con el calor que hacía hemos visitado el castillo de Trevejo. Personalmente creo que es uno de los lugares más bonitos que existen, un paraíso que lleva a tu mente a sentirse libre, sin preocupaciones, sin problemas…etc, tan solo la inmensidad y hermosura que dejaba el castillo a nuestros pies y para mí fue increíble ver subir por ese caminillo a Alberto, me emociono el intento de superación que tiene cada uno de los usuarios que nos da mil vueltas a todos y encima con una alegría…que me quedo sin palabras. Luego fuimos hacia el pueblo San Martin de Trevejo con alguno que otro problemilla, como el coche de Mika que no arrancaba y la guapísima Antonella que nos acompañaba y era la que conducía el coche. Ya nos veía allí a todos esperando a la grúa subir hasta el castillo (que está en una colina lógicamente), pero que finalmente se arreglo y pudimos proseguir. El pueblo San Martin de Trevejo muy bonito con las calles bañadas con canalones con agua, y los paisanos llenos de historias y ese dialecto Fala (mezcla de castellano y portugués) tan poco conocido. En la plaza nuestro Jon ,perdedor de la dichosa piedra nos bailo unas sevillanas con mucho arte y desparpajo contando con la imprescindible ayuda de nuestra alegre y cantante Mimí y la inesperada colaboración de Alberto que nos quedo a todos de piedra, yo lo que pensé fue que narices tienen ¡¡madre!! y qué ejemplo a seguir.


Alberto también repartió muchos abrazos uno de los cuales me lo dio a mí y me sentí la persona más privilegiada del mundo. Después regresamos a San Gil , por el camino los que íbamos en la furgoneta de nuestro vacilón, y guapísimo Javi hicimos alguna que otra apuesta sobre la hora de llegada, en este caso perdimos todos porque la furgoneta de Mika se estropeo a medio camino hubo algún que otro cabreo pero es normal después de un día duro. Para acabar este maravilloso y cortísimo día que se acaba en un abrir y cerrar los ojos, hicimos una dinámica en la cual valoramos el campo de trabajo y lo que nos parecía, hubo alguna que otra lagrima y luego vimos las estrellas.

Por último contar lo que significa para mi estar aquí. Al principio estaba con miedo, iba cagada porque no sabía lo que iba a encontrarme, pero día a día, creo que nunca me he sentido más feliz y más orgullosa de estar aquí e intentarles sacar una sonrisa. Porque aunque siempre intentas que los usuarios sonrían, son ellos los que te hacen crecer como persona, valorar lo que tienes y reírte de problemas estúpidos. Ellos te ayudan más a ti que tu a ellos y sin dudarlo recibes más que lo que das. Este campo me va a marcar para el resto de mi vida no podre olvidarlo nunca, porque aunque quede todavía una semana ya siento cosas que jamás pensé que sentiría, siento ilusión, ganas, y una felicidad extrema, y por supuesto creo que serán el ejemplo que me dará fuerzas en todos los momentos malos y buenos.
También me llevo no unos compañeros, unos amigos y más que amigos una familia. Sobre todo personas como Jessica que con su alegría y esas carcajadas me ha enseñado que hay que echarle narices a la vida y sonreír frente a los problemas y unos valores que debería de tener todo el mundo, o Lucía que con esa sonrisa traviesa y esas ganas de alegrar a todo el mundo y sobre todo ese sin vivir por los demás te dan un ejemplo a seguir y Alba que te ayuda en todo lo que pueda, y asi podrías seguir con Anabel, Rubén… y sin duda me llevo a un jefazo el mejor de los mejores, que le quiero un montón a mi queridísimo Chuchi que aunque se pique un poco al perder al ping-pong es la ostia al igual que Mika y Javi, dos personas cojonudas!!! Asique espero que vengáis a vivir esta experiencia, y os invito mi Pucela querida.

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