Sábado, 10 de agosto
Un nuevo día comienza en San
Gil de la mano del Dj Chuchi, como siempre levantándonos con su
peculiar música a las 8 de la mañana. Aunque cada vez cueste más
levantarse, siempre nos despertamos expectantes de ver que nos
deparará cada día. A la hora del desayuno, pocas palabras se cruzan
entre todos nosotros ya que poco a poco se va acumulando ese
cansancio de las noches en vela hasta las tantas de la mañana
haciendo nuestros “consejos de sabios”.
Después de prepararlo todo,
bajamos como siempre a buscar a nuestros adorados usuarios, a los que
nunca les falta una sonrisa en la cara cuando te ven llegar. Y cosas
como ésta, son las que te hacen ver que todos los días con ellos
serán nuevas aventuras y nuevos retos.
Nunca hubiese imaginado que
Extremadura, más concretamente Cáceres tuviese todo un mundo por
descubrir, como por ejemplo, el parque de Monfragüe, al cual hemos
tenido el placer de ir hoy a visitar y puedo decir que es un paraíso
que muy pocos tienen el privilegio de ver. Rodeados de abundante
vegetación, vistas impresionantes, fauna variada y sobre todo
personas increíbles, hemos comenzado nuestra mañana. Antes de
adentrarnos en sus montañas, hemos ido al centro de interpretación
en el cuál nos han enseñado un vídeo sobre todo lo que nos íbamos
a encontrar en el parque, y de esta manera poder recopilar un poquito
de información previa.
Tras esto, hemos comenzado
nuestra marcha, a pesar del calor y del cansancio, y con botellas de
agua en la mano, hemos logrado uno de nuestros objetivos, llegar al
castillo en el que íbamos a poder observar las impresionantes vistas
del parque. Y cabe decir, que ha merecido mucho la pena. Tras
sacarnos un millón de fotos y sin poder parar de mirar a nuestro
alrededor, ha comenzado nuestra bajada por la umbría, en la que
hemos disfrutado de risas, alguna caída y buenos momentos con
usuarios como Javi, Manolo, Saluqui,..
Al final sedientos de agua,
algunos con los pies hinchados y con mucha hambre, hemos llegado al
merendero, lugar en el que hemos disfrutado de un picnic y de un
merecido descanso para reponer fuerzas y continuar nuestro día.
Después, hemos cogido las
furgonetas y nos hemos dirigido al pueblo de Jaraíz de la Vera,
donde pudimos disfrutar de un refrescante baño y una siesta en las
piscinas naturales del pueblo. Con este calor, dónde mejor se estaba
era en el agua, y a pesar de lo fría que estaba, no dudamos ni un
minuto en meternos. Entre aguadillas, helados, masajes y divertidas
conversaciones ha transcurrido nuestra tarde.
Llega el momento de volver a San
Gil y despedirnos de los usuarios, quienes han hecho que el día de
hoy sea diferente, lleno de grandes momentos, pequeños detalles, y
son estas cosas las que hacen un día único. Pero no todo son
despedidas, ya que los que no han podido venir a la excursión con
nosotros, salen a saludarte con los brazos abiertos, con sonrisas en
la cara, preguntándote que tal, cantando y bailando, lo que te deja
con más ganas de volver a pasar otro día con ellos.
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