A
primera hora de la mañana ya estábamos, tanto los chicos de Placeat como
voluntarios, preparados para subirnos en las furgonetas y afrontar el día. Para
conocer mejor lo que íbamos a ver, pasamos por el Centro de Interpretación
dónde nos explicaron mediante una charla y un vídeo la flora y fauna del Valle
del Jerte. Este es uno de los lugares más ricos de toda Extremadura, ya que en
él se dan tres ecosistemas diferentes, que permiten el clima perfecto para el
cultivo del cerezo, siendo el Valle del Jerte uno de los mayores productores
mundiales de este fruto.
A
continuación, comenzamos la subida de tres kilómetros hasta “Los Pilones”.
Durante el trayecto de una hora pudimos ver las bonitas vistas de este lugar,
parar a descansar y hacer algunas fotos para no olvidar esos momentos.
Una
vez llegamos a lo alto de Garganta de los Infiernos descubrimos que el esfuerzo
había merecido la pena. Mientras algunos de los chicos se quedaron descansando
y comiendo los bocadillos en la orilla, otros fuimos a hacer el descenso por
“Los Pilones”. La bajada por las pozas fue impresionante, comenzamos bajo la
cascada y continuamos descendiendo hasta el final. Fue un trayecto emocionante
en el que pudimos realizar saltos, descender por toboganes, a gatas y nadando.
Le damos las gracias a Melli por
hacernos de guía, sin él no habríamos podido descubrir los entresijos de este
lugar.
Al
llegar abajo, mientras nuestras cosas se secaban, aprovechamos para coger
energías y bañarnos por última vez antes de regresar a las furgonetas. Y como
no, tocaba la parada obligatoria en el chiringuito para tomar algo antes de
volver a Placeat.
Finalmente,
para acabar el día y recuperarnos del cansancio acumulado, por la noche hicimos
un taller de masajes antes de irnos a acostar.
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