viernes, 14 de agosto de 2015

Día 9. Campo de Trabajo San Gil-Placeat 2015, 11-8-2015

¡Muy buenas! Me llamo María y vengo desde tierras manchegas, en concreto, desde Albacete. El campo de trabajo está en su recta final, ya estamos en la segunda semana y se podría decir que ya somos una gran familia. Entre los chicos de Placeat, voluntarios y monitores, se ha creado un “MICROCLIMA” que solo nosotros entendemos, pero que nos hace sentir felices y especiales.
Exactamente hoy es el 9º día del campo de trabajo y nos hemos levantado dispuestos a recoger y arreglar la finca, siempre por grupos de trabajo e involucrando a todos los chicos de Placeat que nos acompañan en las tareas, que ellos conocen mucho mejor que nosotros.
Sobre las 11:30 de la mañana recibimos la visita de Zaira. Ella es intérprete de Lengua de Signos y ha venido a explicarnos  un poco qué es la Lengua de signos y quienes son las personas que normalmente la usan en su vida diaria como lengua materna. Ha sido un taller muy entretenido, en el que hemos aprendido a decir nuestro nombre deletreándolo y algunos otros signos que ya nunca vamos a olvidar. Además de entender mediante un video la importancia de la integración de las personas con discapacidad en la sociedad, eliminando cada unas de las barreras sociales y comunicativas que puedan impedir dicha integración.

El día no habría tenido sentido sin visitar alguno de los lugares tan fantásticos que podemos ver en esta tierra, en concreto, hoy hemos ido a “Garganta la Olla”. Montados en nuestras super furgos en las que cantamos, contamos chistes y dormimos, nos hemos ido todos juntos hacia el lugar. 
Allí nos esperaba una magnifica garganta donde poder bañarnos, con agua fresquita que te duerme un poco los dedos de los pies J. Y como no, el ratito de chiringuito no podía faltar.

Después era preciso conocer el pueblo, ya que es uno de los más bonitos y mejor conservados de la Comarca de la Vera. Garganta la Olla, ha resultado ser un pueblo con mucho encanto, donde hemos visto casas perfectamente conservadas, con fachadas impresionantes, algunas de ellas del Siglo XVI. 
Tras la visita, volvemos a Placeat a cenar todos juntos y compartir otro ratito especial contando y comentando las anécdotas del día.

Y sin mucho más, volvemos a la finca para ducharnos y descansar, ha sido un día muy completo que seguro no vamos a olvidar.

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