Nos levantamos a las 9 para desayunar y alguno de nosotros
nos encontramos con alguna sorpresa del amigo sensible, como por ejemplo, el
desayuno ya preparado. Después, nos preparamos y fuimos a Pláceat para recoger
a los usuarios e ir a una piscina natural
en Sierra de Gata, muy cerca de Portugal. Vino con nosotros Ana, una cuidadora.
Estuvimos allí hasta después de comer nuestros bocadillos y
hacia las 15:30 nos fuimos a Trevejo, un pueblo muy pequeño en el que hablaban
‘’a fala’’, una lengua que conservan algunos pueblos limítrofes con Portugal.
Allí vimos un castillo que estaba en lo alto de un cerro.
Después, fuimos a ‘’San Martín de Trevejo’’, un pueblo en el
que había agua corriendo en canales por las calles y allí estuvimos sentados en
una terraza tomando algo para combatir el calor.
Tras una hora de camino de vuelta, nos volvimos a Pláceat
para cenar con los usuarios y cuando llegamos a San Gil estuvimos preparando
las actividades que íbamos a realizar en Galisteo el lunes. Al acabar, algunos se quedaron charlando un
rato más en el jardín y otros se fueron a dormir después de un largo día.
Os seguiremos contando nuestro día a día.
¡Hasta pronto!"
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