Poco a poco todos
los voluntarios vamos llegando. Entre nervios a flor de piel, sin saber muy
bien a qué nos enfrentamos, pero con mucho entusiasmo damos comienzo a este
primer día.
A pesar de que
cada uno llega a una hora diferente, después de haber conocido y comido con los
usuarios en Placeat, es a la tarde-noche cuando el grupo va cogiendo forma.
Después de una
agradable tarde de piscina, junto a nuestros queridos usuarios nos dirigimos a
la cena. Aunque nos hayamos atrasado un poco, nos dejan cenar. Es gratificante
ver como los usuarios están acostumbrados a trabajar en equipo. Nos introducen
en su dinámica de ayudarse los unos a los otros, y nos hacen ver que así todo
es más fácil. Hemos recogido las mesas y los platos entre todos, qué rapidez!
Nos preparamos en un momento para la noche, organizamos las maletas y nos dirigimos poco a poco hacia la plaza
del pueblo. Algunos de los usuarios fueron en furgoneta y los demás junto a nosotros a pie.
Piscina del Club Social La Vinosilla, recibidos por su Presidente D. Francisco de Asís, desde estas humildes líneas dar las gracias por su hospitalidad y generosidad como siempre con nuestra Asociación Placeat
Tras una larga
caminata llegamos al mercado medieval. Como somos más o menos mismos
voluntarios que usuarios nos dividimos entre todos ya que hay mucha gente y no
queremos perdernos. Disfrutamos del concierto de “Efecto Pasillo”, reímos,
bailamos… Es tarde y ya estamos cansados por lo tanto nos dirigimos hacia el
centro para despedirnos de los usuarios y a posteriori tomamos rumbo hacia la
finca. Es la primera vez que la vemos así que nos la presentan y nos dividimos
en las tiendas de campaña. Se nota el cansancio, y en menos que canta un gallo
se hace el silencio. Ondo lo egin! (Buenas noches!)
¡Qué VIVA el norte¡! Y con él todos los que de alguna manera estamos unidos por una tarea encomiable: convivir con Personas con Discapacidad Intelectual. Y en vuestro caso esa CONVIVENCIA es libre y voluntaria y además lo hacéis "gastando" vuestras vacaciones , lo que es aún más de reseñar. Como familiar, padre, de un encanto de criatura que es mi hija Ana Carolina, usuaria de Placest, os agradezco de corazón vuestro voluntariado.
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