viernes, 20 de agosto de 2010

Día 14. Martes. 17-8-2010.

Nos hemos levantado con una sensación rara, por una parte tenemos una gran alegría ya que hoy les vamos a preparar una fiesta sorpresa a nuestros usuarios y por otra tristeza porque esto se acaba. Los tres grupos se han quedado en la finca, con el fin de ordenar y dejar preparada la finca. También se han realizado los trabajos de mantenimiento de la finca. La mañana ha pasado entre las risas con nuestros usuarios y voluntarios, una vez más, recordando los mejores momentos vividos. Los monitores nos hemos encargados de comprar los últimos detalles. También nos entrevisto Canal Extremadura Radio, comentando lo que se hace en el campo de trabajo, así como curiosidades y sorpresas que nos han sucedido.
Por la tarde, se les dio la opurtinidad de hacer la última ruta del campo, todos decidieron que no podían pasar la oportunidad de dejar pasar ese momento. Por lo que nos pusimos manos a la obra. En esta ocasión visitamos la comarca de La Vera. El monasterio de Yuste nos esperaba. Descanso del emperador Carlos V, se les explico un poco de historia explicada por un guía. De allí nos fuímos a Garganta la Olla, un lugar que por mucho que pasen los años nos recuerda en el sentimiento de lo antiguo, rodeado de una paisaje maravilloso, donde no hay estrés ni contaminación.
Ya por la tarde-noche, estuvimos preparando la fiesta de despedida. Fue increible, la ilusión de las caras de los voluntarios por agradar a nuestros usuarios. Realizaron figuras con globos, colocaron mesas y prepararon los refrescos y los pinchos. Además preparamos un equipo de música para dar animación.


Empezaron a llegar nuestros usurios y fueron recibidos entre abrazos y besos, todo un “momentazo”. Realizamos juegos con paracaídas, bocanadas de fuego y terminamos con una dinámica especial. Nos situamos en círculo y tanto usuarios como voluntarios salían al centro a expresar lo que sentía de esta experiencia tan bonita. La emoción nos embargo a todos. Un momento inolvidable fue cuando uno de nuestros voluntarios, Mario, le regalo a nuestro usuario Carlos Alberto, un cuadro con una foto de recuerdo. Las emociones fueron tan fuertes que a muchos se les caían las lágrimas.

Llegó el momento de despedir a los usuarios, no definitavemente, es un hasta luego, porque seguro que se volverán a encontrar. A la llegada a la residencia de San Gil, llegaron cantando y emocionados. Sin duda esto 15 días les ha dado mucha vida, que seguro recordarán durante toda la vida. Mientras tanto en la Finca nuestros voluntarios se quedaron recordando todos los momentos, deseando que hablarán los monitores y expresarán también sus sentimientos. Les teníamos preparada la última sorpresa, habíamos realizado un video con los mejores momentos vividos, muchos nos emocionamos. Mañana será un día duro. Las despedidas no gustan a nadie, pero con el tiempo nos daremos de las experiencias tan enriquecedoras que nos llevamos, sobretodo al tratar con discapacitados intelectuales.

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