Hace dos años, empecé a crear un proyecto de campo de trabajo para ser realizado con nuestros usuarios de PLACEAT. Cierta desconfianza nos abordaba, por experiencias anteriores que no fueron satisfactorias, después de retocar diferentes aspectos consideramos que la mejor manera de llevar a cabo nuestras ideas era a través de que los voluntarios/as pudieran apreciar la discapacidad intelectual desde todos los ámbitos de su vida diaria. Para ello propuse varias temáticas, el Trabajo Diario con ellos, el Ocio y Tiempo Libre, Actividad Física y Turismo Rural.
La peculiaridad viene dada por la cantidad de temas que tratamos, sin perder de vista que también hemos enseñado una parte de Extremadura, cambiando el concepto establecido que traían los participantes. Desde el primer día hemos podido apreciar el grupo de gente que se prestó a venir para trabajar desinteresadamente con este colectivo. Gente joven y sobretodo formado, con las ideas muy claras. Me sorprendió que muchos vinieran en su periodo vacacional a disfrutar de una experiencia que les serviría para toda la vida. Quisiera resaltar la importancia de este tipo de voluntariado, al cual debemos cuidar y respetar al máximo, porque sin duda ellos hacen creer en las cosas.
Las experiencias del campo de trabajo según iban avanzando los días iban a ser tan reconfortantes y maravillosas que en muchas ocasiones nos superaban. Un sentimiento extraño nos unía a todos/as y no era otro que devolver todo el cariño que nuestros usuarios nos transmitían. Y eso se plasma en las caras de ellos, las ganas con que venían a trabajar, a las excursiones que en muchos caso se les hacían difíciles pero que superaban con alegría. Ese hermanamiento se transmite en buen ambiente y es que sin duda hemos tenido muchísima suerte con los participantes que han venido a colaborar con ellos.
Podría hablar de muchas situaciones y curiosidades, pero me voy a quedar con una dinámica grupal que se realizó el ultimo día entre los voluntarios y los usuarios, que consistía en abrir el corazón y expresar lo que había supuesto el campo de trabajo para todos. También el video con las fotos de todos los días, que en muchos casos nos emociono enormemente.
Destacó la formación dada a los voluntarios/as, ya que la mayoría no tenía experiencia con la discapacidad intelectual. La implicación e inquietudes que han tenido en todo momento por aprender de este mundo tan desconocido. Las ganas por realizar todas las actividades que se les proponían, que las absorbían con tantas ganas que era digno de admiración. Y sobre todo el grupo humano con un corazón tan grande que han hecho posible que mereciera la pena llevar a cabo este proyecto.
Sin olvidarnos de nuestros usuarios, los verdaderos protagonistas, GRACIAS por ser como sois, por vosotros todo lo que se hace parece poco y os prometo seguir creciendo a vuestro lado.
Y por último dar las Gracias a PLACEAT (Residencia San Gil, Usuarios, Directiva, etc.) y más concretamente a Paco y Casimiro, porque desde el principio se que habéis creído en mi, espero no haberos fallado. A mi grupo de trabajo/monitores; Tomás (acuérdate siempre de que lo que hablamos cuando empezamos el campo, eres muy grande.), a Miguel Coca (Mucha culpa de todo esto la tienes tú) y Álvaro (que te voy a decir a ti si eres como un hermano). A vosotros voluntarios/as (Beñat, Monica, Rubén, Lucía, Irene, Raquel, Arancha, Rocio, Iratxe, Cristina, Vicky, Ana Granada, Marta Sevilla, Pascu, Dani, Marta Plasencia,Toya, Mario, Nacho,Laura Girona, Marta Madrid.) por decidiros por este proyecto que espero que os haya servido de mucho. A la Consejería de Jóvenes y Deporte de la Junta de Extremadura por su financiación y apoyo mostrado en todo momento.
En definitiva mil gracias a todos los que de una forma u otra habéis ayudado a poder llevar a cabo este bonito proyecto.
Fdo: Jesús Ginés (Director del Campo de Trabajo San Gil/Placeat)
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