El día de hoy ha empezado a eso de las 10:00 de la mañana donde nos esperaba un autobús cedido por el Instituto de la Juventud para llevarnos a conocer diferentes ciudades. Destacar la presencia mayoritaria de usuarios/as de la residencia de Placeat en San Gil. La primera visita ha sido al centro de recuperación de animales salvajes Los Hornos, situado en la localidad de Sierra de Fuentes. Allí observamos el trabajo de recuperación tan importante que se está desarrollando con diferentes aves como el Alimoche, Buitre Negro, Cernícalos, Águila Imperial, Águila Real, Nutria, Meloncillos y Linces. Todo ello bajo la explicación de una monitora encantadora, Carolina, que empezó reuniéndose con nosotros en una sala donde tenía una lechuza macho, que a primera vista parecía una maqueta, que ha causado mucha sorpresa sobre todo a nuestros usuarios. Una experiencia única, al tener a dos metros de nosotros a tanta especie salvaje que son muy difíciles de ver, y que si no fuese por ese trabajo de recuperación, algunas especies corren un serio peligro de desaparecer.
Una vez cumplida esta visita tan espectacular proseguimos nuestro viaje camino de la localidad amiga de Aliseda (Cáceres), donde fuimos recibidos por la Alcaldesa que amablemente nos invito a la piscina municipal para comer y refrescarnos mientras hablaba y conocía a nuestros usuarios y voluntarios. También contamos con la presencia del secretario de Placeat, Arsenio Amor, que fue el artífice de esta segunda salida, se encargo de recogernos y establecer las visitas guiadas, desde aquí de nuevo le damos las gracias una vez más. Después de comer nos llevaron al centro de interpretación
Continuamos nuestra ruta, esta vez para conocer Cáceres, toda la zona monumental, la Plaza Mayor, La Torre de Bujaco, etc. Todo un espectáculo ver a un grupo de 40 personas cantando y bailando por la zona monumental, y es que reina la alegría, reflejada en la cara de todos/as. Me quedo sin palabras para describir el grupo humano tan maravilloso de voluntarios/as que nos acompaña, la paciencia y el trato tan bonito que tienen con nuestros usuarios. Un ejemplo de personas, en una sociedad donde los jóvenes cada vez reciben más palos y aquí encontramos la antítesis de todo lo que se habla, disfrutando de sus vacaciones con los que más lo necesitan.
Una vez de vuelta a la finca y después de cenar, propusimos otra nueva actividad, sentados en el césped nos quedando mirando al cielo para ver la lluvia de estrella con una luna llena maravillosa que nos acompañaba dándonos paz y relajación. Otro día muy grande, repleto de actividades, que nuestros voluntarios absorben valientemente.
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